FELIZ DIA DE LA INDEPENDENCIA !!!
La propuesta de un Rey Inca...
El 9 de julio de 1816 el Congreso de Tucumán declaró la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Pero la cuestión de la emancipación no era lo único a debatirse. Durante las sesiones que se celebraron ese año, se suscitó un intenso debate respecto a la forma de gobierno que adoptarían las Provincias Unidas. A continuación las diferentes posturas de los protagonistas de aquellas jornadas.
El 26 de mayo el Congreso de Tucumán aprobaba el “plan” o nota de materias que deberían tratar en sus sesiones, elaborado por Gascón, Bustamante y Serrano.El 3 de julio (el Congreso) se dispuso entrar a tratar la independencia. Solamente los diputados de Tucumán y Jujuy tenían instrucciones de hacerlo, Pero Belgrano había llegado a Tucumán con la noticia de que Inglaterra se desinteresaba de la causa de América, y por lo tanto sus consejos no tenían el valor que tuvieron los de Strangford cuando apoyaba, por lo menos de palabra, a la Revolución del Río de la Plata. San Martín era otro campeón de la independencia; por esa causa se había separado de Alvear y alejado de la logia. Güemes también la sostenía. En cuanto a las provincias de la liga de Artigas, entendían –como lo escribía Artigas a Pueyrredón el 24 de julio- que “hace más de un año enarboló su estandarte tricolor y juró independencia absoluta y respectiva” (en el Congreso de Oriente, que debió ocurrir el primer día de sus sesiones el 29 de junio de 1815. Los diputados cedieron a la presión de Belgrano, San Martín, Güemes y Artigas.
Modificación del acta, y juramento (19 de julio)
" ... Libres de los reyes de España y su metrópoli", podía permitir anexarse como colonia a Inglaterra como lo quiso Alvear en 1815, o a Portugal como habría de proyectarse en breve. Medrano pidió sesión secreta el 19 de julio y exigió que en la fórmula del juramento a tomarse al ejército se agregase “... y de toda otra dominación extranjera", variándose de paso el acta pues "de este modo se sofocaría el rumor esparcido por ciertos hombres malignos de que el director del Estado, el general Belgrano y aun algunos individuos del Soberano Congreso alimentaban ideas de entregar el país a los portugueses". Naturalmente fue acordado, aunque tal vez a regañadientes.
La cuestión de la forma de gobierno (6 de julio).
El 6 de julio había sido recibido Belgrano, en sesión secreta, para informar del estado de Europa y las posibilidades de la guerra contra España. Sus palabras precipitaron la declaración de la independencia.
Él Dijo:
1) que si la Revolución había merecido en un principio simpatías de las naciones europeas "por su marcha majestuosa", en el día y debido a "su declinación en el desorden y la anarquía... sólo podíamos contar con nuestras propias fuerzas";
2) que las ideas republicanas ya no tenían predicamento en Europa y ahora "se trataba de monarquizarlo todo", siendo preferida la forma monárquica-constitucional a la manera inglesa;
3) que la forma de gobierno conveniente al país era, por eso, la monarquía "temperada" llamando a la dinastía de los Incas "por la justicia que envuelve la restitución de esta Casa tan inicuamente despojada del trono", el entusiasmo general se despertaría en los habitantes del interior, y podía "evitarse así una sangrienta revolución en lo sucesivo"; 4) que España estaba débil por la larga guerra contra Napoleón y "las discordias que la devoraban', pero con todo "tenía más poder que nosotros y debíamos poner todo conato en robustecer el ejército"; que Inglaterra no ayudaría a España a subyugarnos, "siempre que de nuestra parte cesasen los desórdenes";
5) que la llegada de tropas a Brasil no tenía miras ofensivas contra nosotros, y sólo "precaver la infección (del artiguismo) en el territorio del Brasil"; que el carácter del príncipe don Juan era pacífico y "enemigo de conquistas", y estas provincias no debían temer movimiento de aquellas fuerzas.
Las palabras de Belgrano encontraron eco cuatro días después en la declaración de la independencia, ya que debíamos hallarnos "librados a nuestras propias fuerzas". Y en el debate sobre forma de gobierno que empezaría en la sesión del 12 de julio, donde la gran mayoría y después por unanimidad (menos Godoy Cruz), estaría por la forma monárquica con un descendiente de los Incas.
El origen de ese debate sobre forma de gobierno, antes de una discusión constitucional, es notable. El presidente, aprobada en la sesión del 12 de julio el acta de la independencia (que sería modificada el 19), propuso se estableciese el sello del Congreso; Bustamante observó que debería esperarse a la forma de gobierno, pues de ella dependerían las armas y timbres que lo adornarían; Acevedo empezó a tratar el tema inclinándose por "la monarquía temperada en la dinastía de los Incas" con capital en el Cuzco. Fue apoyado por otros oradores que no nombra el acta.
El debate seguiría el 15 de julio. Oro dijo que sería conveniente consultar antes la voluntad de las provincias, y si el debate seguía "precediéndose sin aquel requisito a adoptar el sistema monárquico constitucional a que veía inclinados los votos de los representantes, se le permitiese retirarse del Congreso".
Fray justo faltó a las siguientes sesiones, comunicando el 20 de julio por boca de Laprida que "el no asistir a las discusiones acerca de la forma de gobierno era porque las consideraba extemporáneas y por la necesidad de consultar antes a su Pueblo, pero que lo haría si el Soberano Congreso se lo ordenase" dándole un documento para satisfacer a San Juan que no le había dado instrucciones a ese respecto. Aceptado, Oro volvió a las sesiones. No es que fuera republicano, como ha recogido la leyenda, sino meticuloso de sus poderes. En las sesiones secretas del 4 de setiembre, donde se votó la forma de gobierno, aprobó la monarquía constitucional - y algo más también - con el solo agregado de "que esto podrá hacerse cuando el país esté en perfecta seguridad y tranquilidad".
El 19 de julio siguió el debate: Serrano analizó las ventajas de un gobierno "federal" (por decir republicano) "que hubiera deseado para estas Provincias", pero ahora "por la necesidad del orden y la unión, rápida ejecución de las providencias y otras consideraciones" se inclinaba a la monarquía temperada; Acevedo renovó que se adoptase la monarquía del Inca, adherida por Pacheco.
El 31 de julio Castro se adhirió a la monarquía constitucional con el Inca; lo mismo hicieron Rivera, Sánchez de Lorca y Pacheco, y considerando este último suficientemente discutida la materia pidió votación. Acepta Acevedo siempre que se vote el agregado de que el Cuzco sería la capital del nuevo reino; opónese a esto último Gascón, que quería mantener la capital en Buenos Aires. No se votó por entender que si había pronunciamiento general en favor de la monarquía temperada, no era lo mismo en cuanto a la dinastía del Inca y a la capital en el Cuzco.
El 5 de agosto Thames, que preside, se manifiesta en favor del Inca; Godoy Cruz se expresa en favor de la monarquía pero no acepta al Inca, arrastrando a Castro, que rectifica su voto en favor del Inca dado anteriormente; Aráoz cree que debe tratarse primeramente la forma de gobierno y después establecerse la dinastía; Serrano también se pronuncia en contra del Inca y es rebatido por Sánchez de Lorca y Malabia, sostenedores del monarca indígena.
El 6 de agosto, Anchorena pronunció el único discurso en favor del republicanismo del debate (que rectificaría al votar), diciendo que la forma monárquica convenía a los países aristocráticos de la zona montañosa de América, pero no sería aceptada en la llanura, de hábitos más populares. Creía que la sola manera de conciliar tipos tan opuestos era "la federación de provincias".
¿Quién sería el descendiente del Inca que se proponía para rey de América del Sur? En las burlas de los periodistas de Buenos Aires, se dijo que al rey "patas sucias" habría que buscarlo en alguna pulpería o taberna del altiplano. Pero no era cierto que los partidarios de la coronación de un Inca no tuvieron en cuenta quién sería el candidato: Tupac-Amaru tenía un hermano, ya casi octogenario, preso en los calabozos de Cádiz, y parientes en su confinamiento de Tinta. En uno u otros pensaban los diputados de Tucumán.
Debe comprenderse que por el estado de las ideas en Europa, la forma monárquica parecía ser la conveniente para conseguir que se reconociese la independencia. Y antes que un príncipe español, o portugués, o francés, o inglés, era más patriótico coronar uno nativo de América. El principio de la legitimidad era agitado por la Santa Alianza, ¿y qué monarca más legítimo en América del Sur que el descendiente de sus antiguos reyes? El proyecto no era tan descaminado, y debe reconocerse que la capital en el Cuzco como quería el catamarqueño Acevedo significaba la unidad de América del Sur.
Los festejos de julio de 1816
El 9 de julio de 1816 el Congreso General Constituyente reunido en la ciudad de Tucumán declaró la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Pero las luchas continuarían y pasarían más de ocho años, hasta el triunfo patriota en la batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, para que la independencia de América del Sur quedara sellada para siempre. Sin embargo, los festejos por la emancipación comenzaron al día siguiente de declararse la independencia.
El general La Madrid, que en ese entonces se encontraba en Tucumán formando parte del Ejército Auxiliar del Perú, a las órdenes del general Belgrano, cuenta en sus Memorias que “declarada la independencia el 9 de julio, nos propusimos todos los jefes del ejército, incluso el señor General en jefe, dar un gran baile en celebridad de tan solemne declaratoria; el baile tuvo lugar con esplendor en el patio de la misma casa del Congreso, que era el más espacioso. Asistieron a él todas las señoras de lo principal del pueblo y de las muchas familias emigradas que había de Salta y Jujuy, como de los pueblos que hoy forman la república de Bolivia”.
Groussac refiriéndose a esta fiesta, dice: “El baile del 10 de julio quedó legendario en Tucumán. ¡Cuántas veces me han referido sus grandezas mis viejos amigos de uno y otro sexo, que habían sido testigos y actores de la inolvidable función! De tantas referencias sobrepuestas, sólo conservo en la imaginación un tumulto y revoltijo de luces y armonías, guirnaldas de flores y emblemas patrióticos, manchas brillantes u vagas visiones de parejas enlazadas, en un alegre bullicio de voces, risas, jirones de frases perdidas que cubrían la delgada orquesta de fortepiano y violín. Héroes y heroínas se destacaban del relato según quien fuera el relator. Escuchando a doña Gertrudis Zavalía, parecía que llenaran el salón el simpático general Belgrano, los coroneles Álvarez y López, los dos talentosos secretarios del congreso, el decidor Juan José Paso y el hacedor Serrano Oyendo a don Arcadio Talavera, aquello resultaba un baile blanco, de puras niñas “imberbes”, como él decía. Y desfilaban ante mi vista interior, en film algo confuso, todas las beldades de sesenta años atrás…”.
También hubo festejos el 25 de julio en las afueras de la ciudad. el oficial sueco Jean Adam Graaneer, agente del Príncipe Bernadotte, que se encontraba en ese momento Tucumán. En su descripción de los sucesos, realizada cuatro días después de los festejos, cuenta: “El 25 de julio fue el día fijado para la celebración de la independencia en la provincia de Tucumán. Un pueblo innumerable concurrió en estos días a las inmensas llanuras de San Miguel. Más de cinco mil milicianos de la provincia, se presentaron a caballo, armados de lanza, sable y algunos con fusiles; todos con las armas originarias del país, lazos y boleadoras. Las lágrimas de alegría, los transportes de entusiasmo que se advertían por todas partes, dieron a esta ceremonia un carácter de solemnidad que se intensificó por la feliz idea que tuvieron de reunir al pueblo sobre el mismo campo de batalla donde cuatro años antes, las tropas del general español Tristán, fueron derrotadas por los patriotas. Allí juraron ahora, sobre la tumba misma de sus compañeros de armas, defender con su sangre, con su fortuna y con todo lo que fuera para ellos más precioso, la independencia de la patria. Todo se desarrolló con un orden y una disciplina que no me esperaba. Después que el gobernador de la provincia dio por terminada la ceremonia, el general Belgrano tomó la palabra y arengó al pueblo con mucha vehemencia prometiéndole el establecimiento de un gran imperio en la América meridional, gobernado por los descendientes de la familia imperial de los Incas".
Qué pasó ése 9 de julio en Tucumán?
El martes 9 de julio de 1816 no llovía como en aquel 25 de mayo de hacía seis años. El día estaba muy soleado y a eso de las dos de la tarde los diputados del congreso empezaron a sesionar. A pedido del diputado por Jujuy, Sánchez de Bustamente, se trató el "proyecto de deliberación sobre la libertad e independencia del país". Y la verdad es que no hubo discusión. Todos estuvieron de acuerdo en declarar la independencia. Ese día no hubo fiestas, pero todos se prepararon para los festejos del día siguiente.
Los actos empezaron a eso de las nueve de la mañana con una misa celebrada por un congresal: el sacerdote Castro Barros. Asistieron todos los diputados, el gobernador Aráoz y el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón.
En la plaza esperaba la gente. Era miércoles pero parecía un domingo. Unos con ponchos y botas, otros con galeras y chaquetas, escuchaban a los cantores que interpretaban cielitos y zambas que tenían como tema principal la Independencia, aunque siempre mezclaban en su repertorio canciones "de amor", que tanto le gustaban a las chicas.
Después de la misa los congresales tenían que seguir trabajando. Quedaban varios asuntos por resolver. Se hicieron tiempo para mezclarse con la gente y compartir unos ricos pastelitos y volvieron a sus tareas. Pero tuvieron que seguir sesionando en la casa del gobernador Aráoz, porque el salón congresal, el de la famosa "casita", estaba siendo preparado y adornado para el baile de la noche.
En una breve sesión nombraron a Pueyrredón Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata y designaron a Belgrano General en Jefe del Ejército del Alto Perú, en reemplazo de Rondeau, muy desprestigiado tras la derrota de Sipe-Sipe. El Director Supremo partió esa misma tarde para Córdoba, donde lo esperaba el general San Martín para tratar un tema secreto. Después se supo el contenido de las conversaciones que duraron dos días: el cruce de los Andes, la Independencia de Chile y el Perú. San Martín lo había preparado durante años, teniendo muy en cuenta un manuscrito de 47 páginas que había sido elaborado por el general inglés Thomas Maitland en 1800 que aconsejaba tomar Lima a través de Chile por vía marítima.
A mover el bote !!!
La ciudad de Tucumán estaba llena de flores, guirnaldas y banderas. Por la noche se armaron varias peñas y bailes de festejo. Se había esperado mucho para declarar la Independencia y la gente quería expresar su alegría.
En la casa histórica el baile se armó en el salón principal. Allí estaba la orquesta y algunos paisanos guitarreros. Porque se bailaba el minué, pero también la zamba. Entre los que mejor bailaban, se destacaba el general Belgrano, que no se despegó en toda la noche de la muy bonita Dolores Helguera, la fututa madre de su hija.
Por allí andaban las chicas más lindas de Tucumán, así que decidieron elegir a la reina de la fiesta. Como en un concurso de Miss Argentina, se armó un jurado y salió electa Lucía Aráoz a la que llamaron "la rubia de la Patria". Todos quisieron bailar con la reina, que al final de cuentas y de tantas discusiones y propuestas monárquicas fracasadas en el congreso, fue la única que logró, con su belleza, poner de acuerdo a monárquicos y republicanos en proclamar, aunque sea por una noche, a alguien con título real.
El gobernador Aráoz pensó que ese baile había sido para unos pocos y que no estaba nada mal armar uno bien grande para todo el pueblo de la ciudad. La fecha fijada fue el 25 de julio. Primero hubo un desfile militar y varios discursos, entre los que se destacó el de Belgrano, que conmovió mucho a la concurrencia. Allí el general exaltó los valores de la libertad, rindió homenaje a los caídos en la lucha por la independencia y presentó en público su idea de un gran imperio del Sur, gobernado por un descendiente de los incas. Luego, lentamente se fue armando el gran baile...
Fuente: José María Rosa, Historia Argentina, Tomo III, “La Independencia (1812 – 1826)”, Buenos Aires, Editorial Oriente S. A., 1992
Fuente: elhistoriador
Fuente: elhistoriador
Argentina se ha vuelto prisionera
de la Inseguridad y la Violencia !!!
La pena de muerte esta vigente,
y la ejecutan los delincuentes.
Apesar de todo...
VIVA LA PATRIA !!!
FTApinamar
Ya casi estoy esperando las fechas patrias, para saber que nos pone Ftapinamar en el blog. No sé, porque han pasado tantos años que no me acuerdo, si alguna vez nos explicaron lo de la monarquía "temperada" de los Incas, como tipo de gobierno para estos pagos porque estaba de moda en Europa.La pregunta del millón ¿Que hubiera ocurrido con nuestro futuro de haberse aceptado? Lo otro que me quedó claro, es que les gustaban los bailes y la joda igual que ahora, o sea, ya lo traemos genético.Gracias Ftapina y ¡¡Feliz día de la Patria!!
ResponderBorrarFeliz día de la independencia !! Don FTAPina, al igual que Arturo, mi hijo también esta esperando las efemérides pero para hacer "copy-paste" para la monografía de la clase de historia alusiva a la fecha. Arturito, la historia si hubiera sido diferente, sería muy facil, tu serías Arthur y yo Paul, y tendríamos el volante a la derecha; o bien si la 2a guerra hubiera terminado de otra forma, tu serias Arturiten y yo Pablensen, y en vez de tomar mate tomaríamos bier....
ResponderBorrarUn saludo de Tel pab !
bueno, visto asi tambien podiais haber sido arturillo, el niño andaluuuz y olé !!!
ResponderBorrarFTAPinamar y Arturi65 quería enviarles un fuerte abrazo en este día tan especial para todos los pueblos latinoaméricanos, ya que creo profundamente en la unión solidaria de nuestros países y las fechas patrias tenemos que recordarlas como se merecen. Salú a todo el pueblo Argentino. Buenos feeds!! Marsat
ResponderBorrarGracias Marsat, un abrazo a la distancia.
BorrarPD: De todas las opciones a las que me hubiera hecho acreedor de haber cambiado la historia en su momento, la del niño andaluz....mmmmmm.....mas vale me parezco mas a Manolito el personajes de Mafalda, o al gallego que con traje de hombre rana golpeó la escotilla del submarino para que le abrieran Ja,ja,ja.
R2D2, los ingleses tambien tienen lo suyo eh ! miralo a Mr Bean sino....
BorrarLa descripción histórica para tener muy en cuenta en estos momentos. La foto y el comentario exagerado como ya nos tienen acostumbrados.
ResponderBorrarGerardo
festejamos independencia y libertad pero la inseguridad aumenta y la libertad es para los delincuentes.nadie hace nada ni sabe como. claro, ellos tienen sus guardaespaldas y nosotros solo tenemos nuestro miedo.
ResponderBorrarslds
Según Snowdem es muy limitada la independencia y libertad cuando la info la tienen los poderosos. Cualquiera puede ser sospechado por su forma de pensar como así a un vulgar "trapito" por ser oscurito.
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